Las áreas peligrosas se definen como áreas donde pueden darse concentraciones de gases, vapores o polvos inflamables, ya sea de forma continuada (Zonas 0 y 20), en condiciones normales de funcionamiento (Zonas 1 y 21) o de forma inusual (Zonas 2 y 22). Toda una serie de condiciones adicionales en relación con la clasificación térmica y con las temperaturas de auto-ignición del tipo de gas o polvo presente aseguran que cualquier equipamiento no vaya a provocar una explosión o un incendio.